domingo, 7 de septiembre de 2008

Un tombeau para Henri Ledroit

Henri Ledroit durante la grabación del Tamerlano de Haendel
Por más que he buscado, no he podido encontrar en ningún sitio la fecha exacta de la muerte de Henri Ledroit, el más grande contratenor que yo haya escuchado jamás, triste suceso que se produjo en cualquier caso en 1988, hace pues 20 años, cuando el cantante tenía 41 ó 42 (había nacido en 1946). La carrera de Ledroit resultó corta, pero intensa, ya que no fue hasta 1981, cuando tuvo que sustituir a última hora a Paul Eswood en el rol de David del David et Jonathas de Charpentier, que se dio a conocer en los medios musicales europeos. Hijo espiritual de Alfred Deller, pero opuesto a la rama de un James Bowman, que hizo de su voz un instrumento de producir angelicales sonidos, agudos y bellos, pero, valga la paradoja, desangelados, Ledroit destacó no sólo por su singular timbre diamantino y esplendente, sino por la forma de construir un estilo de canto que partía de una extraordinaria musicalidad natural y se apoyaba en unos graves consistentes (y eso lo diferenciaba definitivamente de la escuela inglesa de la época), lo que hacía su voz verosímilmente masculina. Luego estaban la delicadeza del fraseo, la elegancia y el cuidado por la prosodia, el lirismo intenso que fue capaz de imprimir a todo lo que hacía, porque Ledroit cantó de todo: no renunció al madrigal ni a la polifonía, pues adoraba trabajar en grupo, pero fue por las cantatas, los oratorios y las óperas barrocos por los que llegó a ser reconocido y admirado. Su estilo causó sensación y marcó una época, que, por suerte, han prolongado sus seguidores, de Gérard Lesne a Carlos Mena, que se me apareció como una auténtica reencarnación suya en aquel maravilloso De Aeternitate. El último trabajo discográfico en estudio de Henri Ledroit fue aquel montaje fascinante que Joel Cohen hizo en 1987 con la leyenda medieval de Tristán e Isolda, que cualquier melómano medianamente sensible y consciente de su existencia debería poseer.

Disco dedicado a Henri Ledroit por INA, mémoire vive
Pero su recuerdo se ha avivado en mí por otro disco, que fue publicado en 1996 por el Instituto Nacional del Audiovisual francés en su serie Memoria viva, y que he vuelto a escuchar en estos días. Recoge fragmentos de varias actuaciones de Henri Ledroit, una ofrecida en el Festival de Aix-en Provence de 1985, y otras en las Jornadas Lully del Centro de Música Barroca de Versalles en 1987. El primero de los conciertos fue ofrecido, con el acompañamiento del laudista Matthias Spaeter, al aire libre (la calidad del sonido no es por ello ideal), y se cerró con un regalo fuera de programa absolutamente excepcional: la nana de Arnalta de L'Incoronazzione di Poppea de Monteverdi.


Monteverdi: "Adagiati, Poppea / Oblivion soave" de La coronación de Popea. Henri Ledroit. Matthias Spaeter.

En una de sus actuaciones de 1987, Ledroit se despidió del público con otra joyita, la Déploration sur la mort de Monsieur de Lambert de Du Buisson. Acompañaban Marianne Muller a la viola da gamba y Aline Zylberajch al clave. El fragmento resulta aún más emocionante si tenemos en cuenta que al cantante le quedaban apenas unos meses de vida. A su muerte, su amigo Jacques Lenot compondría un tombeau para él, una cantata de más de 40 minutos de duración que Philippe Herreweghe, otro de sus grandes admiradores, llevaría incluso al disco. No tengo el disco de Lenot/Herreweghe, así que utilizo el conmovedor lamento de Du Buisson como mi particular tombeau para el grandísimo Henri Ledroit a los 20 años (más o menos) de su muerte.


Du Buisson: Déploration sur la mort de Monsieur de Lambert. Henri Ledroit, Marianne Muller. Aline Zylberajch.

O mort! O mort, affreuse mort, quelle est ta barbarie!
L'auteur des plus beaux airs vient de perdre la vie.
Que tout ressente nos doulours,
Que tout change dans ces bocages ;
Cessez, doux rossignols, vos amoureux ramages,
Troublez vous, clairs ruisseaux,
Séchez, aimables fleurs ;
Que les échos touchés de son funeste sort
Partagent l'ennui qui nous presse,
Qu'ils répètent sans cesse :
O mort! O mort, affreuse mort, quelle est ta barbarie!

2 comentarios:

Joan Tallada dijo...

Hola Pablo

Una breve búsqueda por internet me ha llevado a varias fuentes que dan por buena la fecha del 10 de mayo de 1988 como la del fallecimiento de Henri Ledroit. Así que hoy se cumplen 22 años.
He escrito una reseña al respecto en mi reciente y humilde blog
http://clasicaysida.blogspot.com/2010/05/anorado-henri-ledroit.html
¡Saludos!
Joan Tallada

Pablo J. Vayón dijo...

Pues muchas gracias, por el dato y por la cita...