Más sobre mi otro yo: arte Gótico-Mudéjar y el Primer Duque de Medina
Sidonia
-
Aunque jamás se me ha llamado para hablar de música –en Jerez me puso la
zancadilla el difunto José Luis de la Rosa, en Sevilla lo hizo María Jesús
Ruiz,...
Hace 3 días
1 comentario:
Adoro a Bernstein, pero no sé por qué. El comienzo de su 5ª de Beethoven es catastrófico. Por ejemplo: corta los calderones, creando toda una parte de silencio de más, y todo eso lo hace simplemente porque carece de recursos técnicos para poder controlar a su masa sonora. Es impensable que un pianista como Beethoven, que compondría la Sinfonía sentado al piano, tardara tanto entre el acorde del calderón y la siguiente nota que sólo estaba separada por un silencio de corchea. Pero esto es sólo un ejemplo. Cualquiera que sepa leer una partitura y que, sabiendo lo que tiene que tocar, mire a Bernstein para intentar entrar cuando él le marque, que me diga si hay la más mínima precisión en su gesto y si es posible entrar con él y cortar con él.
Qué lástima la cantidad de famosos directores que han tenido que pasarse la vida percibiendo que nadie entra con ellos y que nadie termina con ellos.
Menos mal que Bernstein lo equilibra todo con su carisma y magnetismo: verle el rostro ilumina, pero verle el gesto desorienta.
En ninguna otra profesión se permitiría que llegara a lo más alto alguien con tan pocos recursos técnicos para dominar su instrumento.
Pero hay tanta ignorancia...
José Carlos Carmona
Publicar un comentario